Las únicas Obsidianas neolíticas de la Península Ibérica se presentan en el Museo de Historia de Sabadell con motivo del Día Internacional de los Museos
Este sábado, 18 de mayo, a las 12 y media del mediodía y en el marco del Día Internacional de los Museos...
Este sábado, 18 de mayo, a las 12 y media del mediodía y en el marco del Día Internacional de los Museos, el Museo de Historia de Sabadell (calle de San Antonio, 13) inaugura una exposición de gran importancia científica , con el título Vidrios negros del neolítico. De dónde vienen?
Esta muestra pone al alcance del público los resultados de una relevante investigación arqueológica y científica para ampliar el conocimiento de los intercambios y las redes de circulación de materias entre las comunidades prehistóricas del neolítico en el ámbito del Mediterráneo. Esta investigación es el fruto de una colaboración entre diferentes instituciones y museos de Catalunya, Francia e Italia. Concretamente: Ayuntamiento de Sabadell, Centro Nationale de la Recherche Scienthifique-Instituto de Recherche Sur las Archéomatériaux, Centro Superior de Investigaciones Científicas, Museo Ossidiana (Paz), Museo de Gavà y VINSEUM (Museo de las Culturas del Vino, Vilafranca del Penedès).
La obsidiana es un vidrio natural, brillante, de color negro, gris o verde oscuro, de origen volcánico. En el neolítico, hace más de 6.000 años, fue muy valorado y a buena parte del Mediterráneo se usó para fabricar herramientas de corte. Las únicas piezas de este tipo que se conocen en toda la Península Ibérica se encuentran en Catalunya y son custodiadas por tres museos de la Red de Museo Locales de la Diputación de Barcelona. El Museo de Historia de Sabadell es el que más piezas conserva en su fondo, un total de 4 de las 6 que se expondrán. Un equipo interdisciplinario de arqueólogos, geólogos y técnicos de museos serán estudiadas y ha determinado cuestiones como la fuente de origen de la materia prima, la forma como se elaboraron o trabajos para las que fueron usadas gracias a su corte de mucha calidad, como cuchillos, piezas de hoz o puntas de flecha.
En la Península Ibérica se han localizado piezas de este material en varios yacimientos prehistóricos, todos situados en Catalunya. Se conoce la existencia de 6 ejemplares, aparecidos en enterramientos, formando parte de los ajuares que acompañaban a los muertos de unas comunidades que esencialmente vivían de la agricultura y la ganadería. Los arqueólogos las han estudiado y han determinado que se trata, básicamente, de herramientas. Siempre han sabido que la materia volcánica con que estaban fabricadas no era autóctona, sino que debía proceder de un lugar alejado, y que además, por su rareza, podía tener un valor más allá del funcional.
Las seis piezas, que se exponen juntas, se han encontrado en cinco yacimientos: Bòbila Padrón (Can Tiana, Ripollet), Bòbila Madurell (Sant Quirze del Vallès), Minas Prehistóricas de Gavà, Can Gambús-1 (Sabadell) y la serreta (Vilafranca del Penedès).
Todas datan de un periodo de entre finales del V milenio y los primeros siglos del IV milenio BC, es decir, de hace entre 6.200 y 5.500 años.