La Junta de Portavoces aprueba una proposición de rechazo al casco obligatorio para circular en bicicleta
La Junta de Portavoces ha aprobado esta mañana una proposición de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) de rechazo al casco obligatorio para circular en bicicleta...
La Junta de Portavoces ha aprobado esta mañana una proposición de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) de rechazo al casco obligatorio para circular en bicicleta. La moción se ha aprobado por unanimidad con los votos a favor del PSC, CIU, PP, ES, ICV. El grupo de EUiA estaba ausente.
El contenido de la proposición es el siguiente:
Dado que la bicicleta ha experimentado un notable auge en muchas ciudades durante los últimos años, lo que ha significado efectos positivos sobre el medio ambiente y la salud pública. La contribución de la bicicleta en un mejor medio ambiente urbano es innegable y su contribución a la mejora de la salud pública ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud y por el Observatorio Europeo de Seguridad Vial, que recomiendan el uso cotidiano de la bicicleta como medida preventiva frente a la obesidad y las enfermedades coronarias.
Dado que la Dirección General de Tráfico (DGT), ha incluido el fomento de la bicicleta como medio de transporte preferente entre los objetivos de su recientemente presentado Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación. Esta reforma contiene numerosos aspectos positivos que favorecen la seguridad vial y pueden ayudar a promover el uso de la bicicleta, especialmente la apuesta por la pacificación del tráfico.
Dado que el borrador del Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación incluye una medida excepcional en nuestro entorno europeo, como es la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la ciudad, y que puede conllevar efectos discutibles sobre la seguridad del tráfico, la salud pública y la mejora del medio ambiente urbano.
Dado que el uso del casco ciclista es una medida " de finalització de canonada ", de la que no cabe esperar una reducción de la accidentalidad ciclista sino, en todo caso, una reducción de los peores efectos de esta accidentalidad, especialmente, de la mortalidad o del número de accidentes graves producidos por heridas craneoencefálicas. Hay que decir, en todo caso, que esta efectividad es muy dudosa cuando se trata de colisiones con vehículos a motor que circulan a velocidades superiores a 30 km/h. Este tipo de colisiones son, como confirman los propios estudios de la DGT, la principal causa de accidentes ciclistas en las ciudades españolas.
Dado que en países con un elevado uso de la bicicleta, como Alemania, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos o Portugal, el uso de casco no es exigible en los desplazamientos urbanos.
Dado que durante el año 2011 se produjeron en todo el Estado casi 3.500 accidentes ciclistas, la inmensa mayoría de los cuales se produjeron en carretera, donde es obligatorio el uso del casco, y que según datos aportados por la propia DGT, se demuestra que el uso del casco en los ciclistas, no es relevante para evitar las lesiones craneoencefálicas y por tanto no justifican en absoluto el uso obligatorio del casco para ciclistas en vías urbanas.
Dado que la mortalidad ciclista por accidente en las ciudades españolas no es muy elevada, oscilando entre 10 y 15 defunciones al año (a efectos de comparación, el total de muertes por accidente de tráfico en zona urbana ascendió a 457 del año 2011).
Dado que esta mortalidad muestra una clara tendencia a la baja, a pesar del indudable aumento del uso de la bicicleta como alternativa de movilidad urbana en muchas ciudades. Esta tendencia a la baja muestra la efectividad de las medidas que ya se están tomando en muchas ciudades españolas para mejorar la seguridad del tráfico ciclista, como la implantación de redes de vías ciclistas y otras infraestructuras. También confirma el hecho de que, a mayor número de ciclistas, mayor seguridad, debido a la mayor visibilidad de la bicicleta y al hecho de que cada vez más conductores son conscientes de la presencia de ciclistas en la vía publica y los respetan cada vez más (entre otras razones porque muchos de ellos son también ciclistas).
Dado que la situación no reclama una medida tan drástica como imponer la obligatoriedad del casco ciclista, lo que podría tener efectos negativos sobre el fomento de la bicicleta como modo de transporte en las ciudades. Existen numerosos estudios que confirman este efecto, aparte del hecho significativo que, como decíamos, en ninguno de los países donde la bicicleta ha llegado a ocupar un lugar importante en la movilidad urbana es obligatorio el uso del casco para los ciclistas. Además, el casco homologado para el uso de la bicicleta, técnicamente no suele evitar las lesiones craneoencefàliques y menos cuando se producen daños causados por atropellos de vehículos de motor, que suponen la mayoría de los accidentes graves.
Dado que estimamos por tanto que los posibles efectos positivos de la imposición del uso del casco como medida paliativa de las peores consecuencias de los accidentes de tráfico que muy ocasionalmente sufren los ciclistas urbanos, podrían verse superados con creces por sus efectos negativos. En este sentido, según la fundación MAFRE, poniendo el ejemplo de los Países Bajos -un país de larga tradición ciclista urbana-, donde no se ha considerado necesaria como medida de seguridad vial la obligación legal de usar cascos para ciclistas. Asimismo el Instituto holandés para la Investigación en Seguridad Vial (Stichting Wetenschappelijk Onderzoek Verkeersveiligheid, SWOV), actor clave a nivel mundial, recomienda como medida alternativa a la obligatoriedad promocionar el uso voluntario del casco por los ciclistas.
Dado que estos efectos negativos serían consecuencia del descenso del uso de la bicicleta (tanto al uso de los servicios públicos de alquiler, como el de la bicicleta particular) y de su impacto sobre la salud pública (incremento de los índices de obesidad y de enfermedades coronarias), sobre la calidad del medio ambiente urbano y sobre la propia seguridad del tráfico en general.
Dado que, por todo ello, también se verían afectados negocios y puestos de trabajo directamente relacionados con el sector de la bicicleta a raíz de una más que probable caída de la demanda.
Por estos motivos, el Grupo Municipal de ICV presenta lo siguiente:
ACUERDOS
Primero.- Instar a la Dirección General de Tráfico a que en el Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación que está en fase de redacción, no incorpore la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la ciudad, y en todo caso se promocione el uso voluntario del casco por los ciclistas en vías urbanas, especialmente los menores de edad.
Segundo.- Proponer en las zonas que dispongan de un solo carril de circulación por sentido, las bicicletas circulen por el carril central para favorecer la seguridad de los ciclistas, siendo así más visibles para los conductores de vehículos de más tamaño.
Tercero.- Instar a los diferentes grupos municipales con representación en el Congreso a llevar a cabo todas las gestiones oportunas para dar cumplimiento a esta moción.