El Parque de Cataluña acoge un acto de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del terrorismo
El acto lo ha impulsado la Asociación ACVOT...
El acto lo ha impulsado la Asociación ACVOT
La plaza de Ernest Lluch, ubicada en el Parque de Cataluña, ha acogido este mediodía un acto en recuerdo y homenaje a todas las víctimas del terrorismo. Durante el encuentro, impulsada por la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) coincidiendo con el 35 aniversario del asesinato por parte del GRAPO del Policía Municipal de Sabadell, Joan Bisbal, 1979, se ha llevado a cabo una ofrenda floral y se ha guardado un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas. También se ha podido escuchar el himno El canto de los Corazones.
El acto ha contado con la asistencia del alcalde de Sabadell, Joan Carles Sánchez; el presidente de ACVOT, José Vargas; y el subdelegado del Gobierno del Estado en Barcelona, Emilio Ablanedo, además de varios representantes del Ayuntamiento, de los cuerpos de seguridad y ciudadanía en general.
El alcalde, Joan Carles Sánchez, afirmó que las acciones terroristas dejaron patente "la diferencia entre la democracia y la libertad y aquellos que querían secuestrarla". Asimismo ha dicho que el terrorismo trasladó "dolor e indignación. Hay que agradecer a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado la dignidad que mantuvieron y el precio que pagaron por la dignidad compartida como sociedad".
El subdelegado del Gobierno, Emilio Ablanedo, ha afirmado que "hoy es un día para la memoria y para el reconocimiento de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Gracias por su compromiso".
Por su parte, el presidente de ACVOT, José Vargas, dijo que "la víctima real del terrorismo no somos nosotros, es la sociedad, que es a quien el terrorismo quiere atacar. Y lo hace matando, mutilando, dejando heridas dejando familias rotas".
El acto ha tenido un especial recuerdo para Juan Bisbal y también para los policías nacionales que perdieron la vida en el atentado perpetrado por la banda terrorista ETA el 8 de diciembre de 1990 en el barrio de la Creu Alta de Sabadell. El homenaje ha sido una nueva muestra de la solidaridad con todas las víctimas, así como un símbolo de apoyo a sus familiares y amigos.