Un total de 7.369 personas de Sabadell tienen reconocido un grado de dependencia
El Ayuntamiento impulsa un estudio entre personas dependientes mayores de 85 años y que tienen prestación de cuidador para evaluar la adecuación de los recursos a la situación de los usuarios...
El Ayuntamiento impulsa un estudio entre personas dependientes mayores de 85 años y que tienen prestación de cuidador para evaluar la adecuación de los recursos a la situación de los usuarios
En Sabadell viven un total de 7.369 personas con un grado reconocido de dependencia (I, II ó III). Esta cifra equivale al 3,5% de la población de la ciudad. La proporción llega al 46,6% de entre los mayores de 85 años. Son algunas de los principales datos sobre el estado de la dependencia en Sabadell, que hoy ha presentado la teniente de alcalde de Servicios Sociales, Marta Farrés. Durante la rueda de prensa, Farrés también ha expuesto las conclusiones de un estudio impulsado por el Ayuntamiento y realizado entre personas dependientes de más de 85 años y que tienen prestación de cuidador. Con este análisis, se ha querido evaluar la situación de la persona con dependencia y de su red de cuidado y ver el grado de adecuación de los recursos a las necesidades del usuario o usuaria.
Durante la presentación, la teniente de alcalde ha valorado el estado actual de la dependencia en Cataluña y el Estado, comentando que "por desgracia la dependencia se va seccionando cada vez más y a raíz de las últimas modificaciones del Estado y de la Generalitat se han reducido prestaciones". Asimismo, ha comentado que "en el caso de los grandes dependientes, hay una lista de espera larga para acceder a una plaza pública de residencia y se han cortado las prestaciones vinculadas (que permiten el copago familias/administración), con lo que ello supone de presión para las familias y para los Ayuntamientos, que tenemos que acabar asumiendo estas situaciones".
En este sentido, Farrés ha subrayado que al igual que entiende que servicios como la educación deben articularse desde las administraciones "la dependencia también es un servicio que hay que prestar a la ciudadanía". Unos servicios que además de la vertiente social, constituyen "un sector que, si se impulsara, podría ser un gran generador de empleo".
Personas con dependencia
De las 7.369 personas con grado reconocido de dependencia en la ciudad (datos de la Generalitat de Cataluña), un total de 5.247, con grado II o III que son los más altos de dependencia, tienen un Programa Individual de Atención (PIA) elaborado por Trabajador Social. Las personas valoradas con Grado I (dependencia moderada) son 1.950 y de momento no disponen de PIA, dado que su incorporación por ley a este sistema de prestaciones, dependiente del Gobierno del Estado, ha quedado aplazada hasta el año 2015.
Cabe decir que del 5.247 PIA activos, un 74,2% corresponde a mayores de 65 años. En cuanto a las prestaciones y servicios de dependencia, un 55,2% de reciben una prestación económica (entre 200 y 400 €/mes), el 28,7% reciben un servicio de atención domiciliaria o de centro de día (de los cuales el 80% también reciben de forma complementaria la prestación económica) y un 15,6% están a una residencia de ancianos o para personas con discapacidad. Entre 2007 y 2014, se han realizado un total de 8.624 PIA en Sabadell.
Otro dato apunta que desde 2007, han solicitado el reconocimiento del grado de dependencia en la ciudad un total de 14.949 personas. Desde 2009 se han ido reduciendo las solicitudes para hacer una primera valoración. En los últimos tiempos han incrementado pero las peticiones para hacer revisión de grado.
Estudio entre las personas mayores de 85 años
En cuanto al estudio realizado entre personas dependientes mayores de 85 años que tienen otorgada prestación de cuidador, se han realizado casi 500 entrevistas, valorando la situación de la persona dependiente y de la persona cuidadora, detectando las dificultades del entorno e incluyendo la valoración de los profesionales. El estudio ha resultado muy útil para reforzar la relación entre los profesionales sociales y las personas dependientes y cuidadores; ayudar a detectar algunas carencias y reorientar hacia nuevos servicios; y actualizar la información que tienen las familias sobre servicios y prestaciones.
La gran mayoría de las personas valoradas en el estudio (más de un 90%) necesitan ayuda para actividades domésticas y para hacer gestiones en casa o fuera. Un 60% tienen dependencia severa o total y en un 50% de los casos hay síntomas de deterioro cognitivo. Según el análisis, el 24% de los hogares de estas personas tienen barreras para el acceso al exterior y el 11% tienen dificultades de movilidad por la presencia de escaleras interiores. Un 4% tiene dificultades de movilidad debido a las anchuras de las puertas del hogar. El 20% tiene dificultades para acceder a la bañera o plato de ducha y el 5% tiene problemas de acceso al baño debido a su ubicación exterior. Un 4% dispone de cocina de gas en situaciones personales que podrían implicar un riesgo. Asimismo, el estudio, se ha detectado mucha necesidad de ayuda para actividades instrumentales.
Cuidadores
En cuanto a los cuidadores, un 65% de los cuidadores principales son menores de 65 años. El 74% son hijos/as y el 60% dedican todo el día al cuidado. En general se mantiene el patrón de mujeres cuidadoras. El 30,3% de los casos tienen un cuidador secundario. Otro dato indica que el 38% de los cuidadores registran un índice de esfuerzo elevado. Y si bien, de lo global, el 61% de los cuidadores afirma no tener ninguna dificultad importante para el cuidado, el 19% afirma que le falta fuerza física. El 11% cree que necesitaría algún arreglo a la vivienda y el 5% piensa que sería necesario contar con el apoyo de alguna ayuda técnica. En general no se detectan situaciones de insuficiencia grave en el cuidado de la persona.
En cuanto a las prestaciones destinadas al cuidador, que tienen por objeto mejorar la atención de la persona dependiente, se han destinado mayoritariamente (52%) a pagar a una persona que cuida (19% son familiares y 33% no familiares) . El 41% ha utilizado el dinero para mejorar la vida de cada día de la persona dependiente. También se han destinado recursos a comprar materiales de cuidado o medicamentos (21%), ayudas técnicas (14%) u otros servicios (16%) como un centro de día, transporte adaptado, etc.
En general el estado de las personas dependientes se ha mantenido estable. En este marco, a aquellos que han empeorado se les ha modificado el PIA hacia servicios domiciliarios y residenciales. Así, en un 13% de los casos analizados (63), se han derivado a los programas de arreglo de vivienda y un 8% (40) a los grupos de formación y apoyo de cuidadores. En un 6% (31), se ha tramitado reserva de plaza en una residencia y en un 4% (20), se han derivado al programa de ayudas técnicas (para facilitar un cama articulada, silla de ruedas, etc). En un 3% (17), se ha iniciado el trámite para reserva de plaza en un centro de día.
En el 7% de las personas visitadas (30 personas), se ha valorado una situación importante de inestabilidad que ha requerido un seguimiento más cercano y continuado y, en algunos casos, una modificación del programa de atención.